Hola a todos!!
Se acerca el verano y muchos de nosotros ya nos hemos puesto manos a la obra para conseguir esa bonita piel bronceada que queda tan favorecedora, especialmente ahora que empezamos a descubrir ya muchas partes de nuestro cuerpo. Como todos sabemos, la piel morena es la señal de belleza por excelencia.
Tomar el sol es necesario, no solo por cuestiones estéticas, sino por ejemplo para que nuestro cuerpo fabrique vitamina D, muy importante para que nuestros huesos se mantengan fuertes y podamos evitar la osteoporosis.
Sin embargo, aunque hay muchas personas a las que les encanta tomar el sol, hay otras a las que tomar el sol se les hace una árdua y costosa tarea. Porque con el sol hay que tener mucho cuidado: el sol envejece muy rápidamente, ya que es una agresión para las capas de la piel, y además, podemos llegar a sufrir cáncer de piel, que aunque tengamos la errónea impresión de que es inofensivo, puede llegar a ser mortal como otros cánceres diferentes. Y cómo no mencionar las típicas manchas solares especialmente en la cara, que se acentúan todavía más en esta época del año y que empeoran especialmente con la llegada del verano y el tomar el sol a diario.
Pero si no queremos renunciar a ponernos morenos y tomar el sol, podemos hacerlo tomando las precauciones de sobra sabidas ya por todos nosotros: resumiendo, no yendo a la playa a las horas de máxima incidencia solar y sobretodo utilizando sombrillas, gorros que protejan nuestra cabeza y protectores solares tanto para el cabello como para la piel.
En este artículo, vamos a hablar sobre todo lo que debes saber a la hora de ponerte a tomar el sol, así como de protectores solares y bronceadores más apropiados según el tipo de piel para que mantengamos una piel morena pero sana, y evitemos en la mayor parte el envejecimiento de la piel.
Qué es el Factor de protección solar(SPF o FPS):
El factor de protección solar o índice de protección solar indica cuánto tiempo un protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de llegar a quemarse una persona, usando un producto de protección frente a un eritema o enrojecimiento de la piel previo a la quemadura. Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de diez minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un FPS 15 (150 minutos o 2,5 horas).
Diferentes tipos de rayos ultravioleta
UVA: Alcanzan totalmente la superficie terrestre y broncean de inmediato, pero su resultado es poco duradero. Penetran hasta las capas más profundas de la piel, donde generan radicales libres que provocan alteraciones celulares y causan el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas, manchas y falta de elasticidad), además de provocar cáncer.
UVB: Penetran menos que los UVA, pero son más reflejantes; el 90% es bloqueado por la capa de ozono y por el oxígeno; provoca mayor efecto sobre la piel ya que inicia el efecto rápidamente y después actúa con lentitud lo que le toma un tiempo mas prolongado, dando el tono bronceado de la piel.
Es muy importante elegir un protector solar que proteja contra los rayos UVA y UVB para que la protección sea completa.
Cómo elegir el protector más adecuado para nuestro tipo de piel
A la hora de elegir un protector solar es necesario tener en cuenta diferentes aspectos:
1. El fototipo de la piel: No es lo mismo el factor de protección que tiene que utilizar una persona con un fototipo muy claro y otros con un fototipo más oscuro.
2. Tipo de filtro que utilizan: Los protectores solares pueden utilizar tanto filtros químicos como físicos. Los filtros químicos tienen el inconveniente de que pueden generar alergias en personas sensibles. Los filtros físicos son los que utilizan óxido de titanio y óxido de zinc que protegen contra UVA y UVB y que tienen una alta efectividad, su desventaja es que queda un efecto blanquecino sobre la piel.
Selección de Protectores Solares y Bronceadores
Aquí os ponemos una selección de algunos de protectores solares y bronceadores, tanto corporales como faciales que podréis encontrar en nuestra tienda:
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Consejos de uso
- Utiliza protectores solares adecuados a tus características físicas (fototipo), y que contengan filtros frente a los rayos UVA y UVB, tal y como hemos explicado en este post.
- Usa la cantidad suficiente, cubriendo toda la superficie corporal. No olvides zonas como las orejas o el cuero cabelludo en el caso de los niños pequeños y calvicie.
- Aplica los productos siempre con la piel seca. Si la piel está mojada, las gotas funcionan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras.
- Realiza la primera aplicación al menos 30 minutos antes de exponerte al sol.
- Durante la exposición solar debes volver a aplicarte protector después de cada baño prolongado (más de 20 minutos) o cada 2 horas.
- Usar protectores resistentes al agua.